La oreja de Surfista
La oreja de un surfista, también conocida como exostosis, es un crecimiento anormal de hueso dentro del canal auditivo. En sus etapas avanzadas, las exostosis pueden estrechar gravemente el canal auditivo y provocar la captura de agua y cera, lo que puede provocar infecciones y pérdida de audición. Se llama Surfer’s Ear porque el factor de riesgo más común es la exposición crónica al agua fría.
Las orejas de los surfistas tardan años en formarse, y ocurren con la exposición crónica al agua fría o al aire. Es común en nadadores y surfistas que sumergen sus oídos en agua fría, pero también puede ocurrir en pacientes que tienen una larga historia de exposición de oídos en otras condiciones frías, ventosas y húmedas como la vela, el esquí y el windsurf.
¿Hay medicamentos para tratar el oído de un surfista?
El tratamiento definitivo de la exostosis es la cirugía, que elimina los crecimientos óseos y restaura la forma original del canal auditivo, lo que permite una audición normal. Sin embargo, en las primeras etapas, la progresión se reduce al detener la exposición al frío con tapones para los oídos personalizados. La limpieza regular por parte de un otólogo permite el seguimiento de las exostosis. Luego se puede tomar la decisión de proceder a la cirugía cuando el manejo conservador ha fallado.
¿Qué implica el tratamiento quirúrgico?
La cirugía se realiza cuando las exostosis interfieren con la calidad de vida. Esto ocurre porque los crecimientos óseos dan lugar a la acumulación de cera, lo que requiere limpiezas frecuentes por parte de un otólogo. Las exostosis también pueden resultar en más infecciones del oído, lo que interfiere con la calidad de vida y la capacidad de participar en actividades acuáticas. Con el tiempo, las exostosis pueden llegar a ser lo suficientemente grandes como para causar pérdida de audición.
Se pueden utilizar muchos métodos para eliminar las exostosis. La mayoría de las técnicas involucran el uso de un microscopio quirúrgico y una pequeña incisión dentro del canal auditivo. Aunque es más complejo, acercarse desde el interior del canal da como resultado un mejor resultado cosmético. En el Instituto de Cabeza y Cuello de Osborne, este enfoque puede emplearse para facilitar una curación más rápida y regresar a las actividades acuáticas.
Los audífonos microscópicos se utilizan para eliminar el exceso de hueso en el canal. Una vez que se retira el hueso, se restaura el revestimiento y se coloca el empaque para asegurar la reparación. Las únicas incisiones están en el canal auditivo y la curación se llevará a cabo durante las próximas 2 a 4 semanas, momento en el que los pacientes pueden regresar a sus actividades acuáticas. El retorno temprano puede ocurrir en aquellos que están sanando bien.